El Centro Histórico de Querétaro es un vibrante espacio lleno de historia, cultura y tradición, reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Sus tres emblemáticas plazas públicas —Plaza de Armas, Jardín Zenea y Plaza de la Corregidora— son el corazón de la vida social y cultural de la ciudad. La Plaza de Armas, rodeada de edificios coloniales, es un lugar perfecto para pasear y disfrutar de sus cafés al aire libre. El Jardín Zenea, con su kiosco central y fuente, es un punto de encuentro rodeado de iglesias y arquitectura clásica. La Plaza de la Corregidora, con su monumento a Doña Josefa Ortiz de Domínguez, es un homenaje a los héroes de la Independencia. Las calles del centro, adoquinadas y flanqueadas por edificios de cantera, están llenas de historia, leyendas y tradiciones coloniales, con templos, casonas y callejones que cuentan la historia de un Querétaro que ha sabido preservar su pasado mientras se proyecta hacia el futuro.